Paradójicamente,
en nuestra sociedad el éxito es medido de acuerdo al nivel económico que una
persona posee pero ¿es este hecho objetivo y concreto?
Pasamos
toda una vida tratando de superarnos, estudiando, desarrollando habilidades y
destrezas, cosechando conocimientos con el fin de algún día poseer mucho dinero
y ser exitosos, sin embargo el fracaso viene tras nosotros, se aferra de forma
tal que no nos deja triunfar. Culpamos a la sociedad de nuestra mala racha,
nuestra responsabilidad de fracasados es más fácil designarla a alguien que
aceptar que no hemos sido capaces de enfrentar los percances que se atraviesan
para llegar al final y ser victoriosos.
Ciertamente,
no hay culpables, nadie es responsable de que hayamos elegido de manera
consciente o inconsciente rezagarnos, dejarnos amedrentar por las
circunstancias y perder el foco de lo que verdaderamente nos interesa.
El
éxito no es tener dinero, fama, belleza o propiedades, sino es llegar al final
del camino, alcanzar las metas que nos hemos
trazado y solo cuando reconocemos que debemos delimitar tiempo y espacio combinado
con esfuerzo y entrega es cuando verdaderamente somos exitosos.
Usemos
el poder de nuestra mente para canalizar lo que queremos, tracemos líneas de acción
y manos a la obra, sin importar lo que piensen o digan los demás, sigamos
firmes el camino que nos lleva al éxito y disfrutemos lo que este trae consigo.
Basilis
Corcino
No comments:
Post a Comment