¿Por qué somos únicos? Al momento de nacer cada persona posee lo que conocemos como personalidad, esta es la manera o conducta individual de cada quien, osea, la forma en que nos comportamos, la misma la vamos desarrollando a través del tiempo. El entorno en que crecemos, las circunstancias que atravesamos, el nivel educativo y económico, la manera en como nuestros padres nos crían, las cosas que vemos y escuchamos en el día a día, son elementos fundamentales que de una u otra forma construyen nuestra personalidad.
Ahora bien, el carácter es un factor
determinante, ya que nos permite acoger o agregar elementos a nuestra
personalidad y por decisión propia cambiar algunas características, por
ejemplo, alguien que sea deshonesto puede proponerse ser honesto y lograrlo con
esmero y esfuerzo. Otro factor vital es el temperamento (colérico, melancólico,
flemático y sanguíneo), son rasgos heredados genéticamente de nuestros padres que
también nos distinguen de los demás.
Entonces, ¿Cuál es la posibilidad de que una
persona haya vivido exactamente las mismas circunstancias a la misma edad que
usted? O ¿Cuál es la probabilidad de que una persona haya tomado las mismas
decisiones con los mismos métodos que usted?
En este punto debemos saber y reconocer que a
pesar de ser humanos, con los mismos órganos, quizás la misma raza, o el mismo
idioma, tal vez el mismo color de ojos o la misma estatura, siempre habrán
otros rasgos internos y externos que nos harán únicos en el mundo. Comparar no
es bueno, no es sano, somos como somos y merecemos respeto y sobre todo
respetar a los demás.
Tener sentido común y aceptar a los demás tal
como son es la manera en que nos comportamos como entes sociales maduros y
capaces de convivir en armonía. Seamos justos, ayudemos, compartamos, vivamos
nuestra vida y dejemos que los demás vivan las suyas, con criticar y ver los
errores de los demás nada ganamos, con comprender, estar con los demás en los
mementos de dificultad y ver el lado positivo de las cosas ganamos mucho.
“Nadie es igual a nadie, respetemos para que
nos respeten”
Basilis Corcino